Prevenga un derrame cerebral.

¿Cómo se define un derrame cerebral o accidente cerebro vascular?

Un derrame ocurre cuando se altera el flujo de sangre hacia el cerebro. Cuando se presenta un ataque cerebral, un área del cerebro empieza a morir porque deja de recibir el oxígeno y los nutrientes que necesita para funcionar.

¿Qué le sucede a la persona que sufre un derrame cerebral en el momento, o justo antes de padecerlo?

Alguien que esté sufriendo un ataque cerebral puede parecer simplemente distraído o confundido. Pero los síntomas son claros y se presentan repentinamente:

• Súbito adormecimiento o debilidad en la cara, el brazo o la pierna (especialmente en un lado del cuerpo).Súbita confusión, dificultad para hablar o entender.
• Súbita dificultad para ver con uno o con los dos ojos.
• Súbita dificultad para caminar, mareo, pérdida del equilibrio o de la coordinación.
• Súbito dolor de cabeza severo, sin causa conocida.

¿Quiénes están en riesgo?

Hay factores que predisponen a padecer un derrame:
Herencia genética (predisposición a formar coágulos).
Presión arterial alta.
Problemas cardíacos.
Diabetes.
Colesterol alto.
Fumar.

Es importante señalar que adicional a la facilidad con que un organismo forma coágulos sanguíneos, también debe medirse la densidad de la sangre (cantidad de glóbulos rojos).
Muchas veces las personas se practican un examen de sangre y aparentemente se encuentran saludables debido a que el conteo de glóbulos rojos está dentro de sus parámetros; sin embargo este debe revisarse, ya que al unirlo con otros factores (edad, etcétera), esto quiere decir que la sangre está muy espesa y debe regularse.

Esta condición no necesariamente se encuentra en pacientes de mayor edad (60 años en adelante), en personas jóvenes suele observarse, por ejemplo, si alguien tiene un pequeño tropiezo con un mueble y aparecen hematomas que otras personas no presentarían bien se cae, se raspa y no sangra mayor cosa, cuando regularmente alguien sangraría bastante.

¿Hay manera de prevenirlo?

A través de un programa integral de prevención de derrame cerebral, mediante el cual, toda persona de 65 años en adelante evita el riesgo de quedar inválido/incapacitado. Mediante el programa, se mantiene bajo control, la habilidad de la sangre de formar coágulos (ACV Isquémico). Con el programa el paciente se asegura de tener bajo control o bien evitar que aparezcan otras enfermedades que pueden degenerar en un derrame cerebral, como presión arterial alta, diabetes, o colesterol, entre otros. Se debe dejar de fumar de raíz.

Nuestro centro cuenta con una unidad especial de terapia que ayuda a los pacientes a eliminar factores de riesgo que están en sus manos como tabaquismo, alcoholismo y otros.

¿Qué se debe hacer una vez ocurrió el derrame?

Buscar la ayuda del centro asistencial especializado más cercano, ya que los minutos cuentan.
En el mejor de los casos, los síntomas pudieran haberse confundido y no tratarse de un derrame cerebral.

¿Cuáles son las secuelas más comunes de un accidente cerebro vascular?

Aunque los ataques cerebrales son una enfermedad del cerebro, pueden afectar todo el cuerpo.
Los efectos pueden variar desde leves hasta severos, y siempre incluyen parálisis, problemas de pérdida de la actividad mental, del habla, problemas de visión, y en la coordinación motora.

¿Hay posibilidades de recuperarse?

El grado del daño dependerá de qué tan rápido se actúe en el caso de que alguien esté teniendo un derrame cerebral, es decir, que la prontitud de reconocimiento y acción inciden directamente en la magnitud del daño e invalidez que se encuentra asociada. En función reactiva es posible mejorar considerablemente la calidad de vida de los pacientes.

¿Se puede considerar una enfermedad propia de la vejez?

Solía considerarse una enfermedad de la vejez; sin embargo se ha observado que en función de factores ambientales (estrés) y alimentación la brecha cada vez es más frecuente ver pacientes de 40 años en adelante, sobre todo mujeres, con derrames cerebrales.

¿Qué se debe hacer después del evento?

Consultar respecto a todo lo que se pueda hacer para mejorar la calidad de vida del paciente, cuando este sobrevive, lo cual incluirá, entre otros, dieta, ejercicios y controles clínicos programados. La vida no puede prolongarse, pero los factores que la acortan se pueden eliminar.