Inicio > Guatemala > Visita a mi madre ausente.

Visita a mi madre ausente.

Una vez más,
como todos los días de las madres,
el deseo de estar contigo allá en tu aposento,
reverdece,
el rito del viaje se apodera de mi pensamiento
y mi prisa por llegar a postrarme
en el silencio frente a ti crece,
deseo dulcemente saludarte y decirte
las palabras que siento que penetran esa
loza sola y triste.

!Hola madrecita santa!
¿Como esta mi viejecita linda?
«Aquí me tienes nuevamente, visitando tu
castillo reina mía».
Mientras, en mi mano sostengo un puñado
de besos que deposito en el puntito mismo
en donde pienso encontraré su boquita.

El tiempo se escapa, como se escapan
mis pensamientos a encontrarme con
los recuerdos de mi vida infante, en donde
no encuentro momentos lacios en los
días con ella, brilla el recuerdo de sus
besos dulces, pañales limpios y el sabor
inconfundible de esa leche materna,
la que preparó mi cuerpo para el invierno
que sin ella pareció eterno.

Aún abrazado a mi nostalgia,
pregunto al viento, el único que me acompaña
¿Cómo pudo haber sido mi vida con ella a mi lado?
La respuesta surge blanca, pura y lógica.
«Tal vez sin tantas innecesarias lágrimas
de dolor, sin ese silencio que merodea
por todas partes y sin tantos moretones
en el alma del niño hecho hombre,
a la edad en que los otros seres
disfrutan la bendicion de ser niños»

Mientras el tiempo, con su acostumbrada
actitud inoportuna, injustamente me sorprende,
se ha ido, mientras yo, satisfecho por haber
cumplido con mi visita, me despido,
no sin antes decirle en silencio,
lo que ella ha sabido siempre.

!Que inmensa alegría trae a mi corazón el visitarte!
Tal vez porque a mis siete añitos
no comprendí las tinieblas que heredaba
tu partida y porque deseo ser feliz,
aunque tú no estés conmigo, madrecita mía.

Autor:  Byron Quezada (Shecano).
San Pedro Sacatepequez.
San Marcos.
Categorías: Guatemala Etiquetas:
  1. No hay comentarios aún.
  1. No trackbacks yet.

Deja un comentario